26.11.11

_fotocopiando la realidad

Esta campaña de marketing de guerrilla vuelve a demostrarnos tres cosas: primero, que la calle sigue siendo una fuente tremenda de buenas ideas; segundo, que dicho marketing de guerrilla, gran triunfador del mundo de la publicidad hará unos años, sigue muy vivo. Y tercero, y más importante: que hasta una pequeña copistería alemana (y quien dice alemana, dice española, inglesa, brasileña, canadiense...) puede llamar la atención de un modo mucho más eficaz y original que grandes marcas con grandes pantallas y grandes carteles.

¿Y qué hizo esta pequeña copistería para mostrar a la gente de su barrio las ventajas de su servicio? Pues copiar, literalmente, lugares del propio barrio con los recursos de que disponen:

























































































Visto en Creative Criminals.

4 comentarios:

  1. Es algo muy insólito. El tema de "copiar" en Alemania es comparable con el fruto prohibido. Es más, me costó encontrar una copistería en Berlín, con eso lo digo todo. No obstante, la idea rebosa con originalidad y eficacia, seguro.

    Por cierto una pregunta un tanto personal ¿Qué ha pasado con tus 'tags'?

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  2. Si te refieres a los tags estrafalarios que solía poner sin venir a cuento... resulta que la acumulación excesiva de tags y las frases muy largas saturaban el buscador flash que puse y hacía que éste no apareciese.

    Así que tuve que limitarme a ideas más básicas. Al fin y al cabo, si por ser original estropeas la funcionalidad y el sentido de los tags, todo se queda en una simple idea que te divierte las dos primeras veces.

    En cuanto a lo de Alemania, no lo sabía. Supongo que tienen tan establecido en su código cultural que cada individuo debe aportar todo lo que pueda y del modo más eficiente a su sociedad, que cualquier indicio de copia se considera una falta de dicha eficiencia y una reducción del esfuerzo. Así que, por lo que me dices, imagino que en Alemania ni dios te deja sus apuntes si no vas un día a clase.

    (por otro lado, irónico en un país tan obsesionado con la música electrónica, sustentada en bucles y sampleos)

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  3. En cuanto a los tags, me resultaban no sólo originales, pero también contenían el elemento 'sorpresa': nunca podías suponer o especular acerca del siguiente tag, es que nunca acertabas. No sé y además es que hubo veces que no guardaba conexión alguna con el tema, era una especie de notas mentales. Sin embargo, si es necesario quitarlos porque satura el invento-tecnológico que tienes en la portada, pues hay que hacerlo.

    Volviendo a Alemania: el tema del plagio o simplemente copiar era un tabú, todos sabían que existía pero nadie hablaba por el miedo de la posible sospecha. Es decir, alguien que aludía a la palabra "copiar" directamente estaba tachado de haber plagiado algo en su vida así que por muy exagerado que parezca, me resultó más que insólito ver esa idea tan original de una copistería. Y sé que copiar no necesariamente implica plagiar, pero sabemos que en una situación exagerada, pues la gente identifica o simplifica las cosas.O eso, o simplemente en Berlín son así.

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  4. Me encanta, con tu permiso lo incluyo algún día en mi blog, por supuesto enlazando a este. Es verdad que lo de copiar es de lo más tabú. Como mucho hablamos de inspiración y huímos de ella como locos. Un saludo

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